Un supresor de apetito es un medicamento recetado que actúa sobre el cerebro inhibiendo la sensación de apetito, de esta forma no presentamos hambre y comemos menos alimentos.
Muchos saciadores pueden contener ingredientes artificiales, azúcares añadidos y otros aditivos que no son saludables. Además no proporcionan los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita y pueden tener efectos secundarios como problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, nerviosismo y palpitaciones.
El uso constante de saciadores de apetitos podría interferir con las señales naturales de hambre y saciedad del cuerpo, lo que podría dificultar la comprensión de las necesidades reales de alimentación.
No es recomendable hacer uso de este tipo de medicamentos de manera indiscriminada si no, siguiendo las indicaciones y bajo la supervisión de un profesional de la salud.